A la caza del eterno ciervo (1983)
El libro reúne poemas cortos de carácter predominantemente sensorial en donde
se apela a la naturaleza en la caracterización del objeto de deseo: la mujer en la
forma de una constante a lo largo del libro: los ojos femeninos son de paloma,
trozos de cielo, crepúsculos, primavera fresca, playas tranquilas; sus manos
están llenas de yerba; sus pechos son turgentes frutas, copas de vino; sus
cabellos tienen aroma a lluvia y tierra mojada; su recuerdo es traído por el
aliento de los manzanos. Poesía que se instala, con buena dosis de ironía, pacto
amoroso y angustia intima, en el resplandeciente aleteo del verso breve y
sencillo.
ORFANDAD
Nuevamente me atraen
los parques solitarios
y otra vez
en las hojas de álamos tristes
he visto, desde mi soledad,
navajas a la medida de mi nostalgia
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